El Design Thinking no solo permite generar movimientos innovadores que apelan a la creatividad, sino se asegura de cubrir necesidades de públicos objetivo a través del conocimiento, ya que el usuario se estudia y se entiende de cerca. 

De esta manera se obtiene un resultado con un valor agregado que lo diferenciará de la competencia pues su naturaleza nació de la propia opinión de quien utilizará el producto o servicio.

Además, se reducirán los riesgos económicos porque se neutralizarán la mayor parte de las dudas que surgen cuando se inicia un emprendimiento e impulsará a continuar con el desarrollo del proyecto para alcanzar la siguiente fase.

Pasos para aplicar el Design Thinking

Paso 1: Empatizar

Si bien es cierto, nunca podremos estar en los zapatos de alguien más, en un entorno empresarial implica conocer al usuario (público objetivo); asegurando una cercanía para saber cuáles son las fallas, sentimientos, emociones, percepciones del mismo como persona y hacia el producto.

Paso 2: Definir

Una vez recabada la información pertinente sobre el usuario, es necesario contextualizar el problema para llegar a una solución.

Identificar cuál es el punto débil de la cadena es lo más importante, pues permite enfrentarse a los estímulos reales de los clientes. Lo mejor es centrarse en un usuario en concreto para delimitar los problemas para configurar un “perfil ideal”.

Paso 3: Idear

Existen diferentes técnicas de creatividad que fomentan el pensamiento creativo para idear la mayor cantidad de soluciones posibles ante el hallazgo encontrado.

Es necesario recordar que el Design Thinking es un proceso que apela a la fuerza colectiva para encontrar el mayor grado de originalidad posible en la búsqueda de soluciones, de modo que se llegue a resultados inesperados. 

Paso 4: Prototipar

Es importante recordar que creatividad no es lo mismo que imaginación. Para que una propuesta sea creativa, entonces debe poder llevarse a cabo.

En el proceso de Design Thinking es necesario recordar los 3 ejes principales: que la propuesta sea:

• factible para el negocio,
• viable tecnológicamente y
• deseable pues será centrada en el usuario.

Paso 5: Evaluar

Y por último, se encuentra el paso más importante pues la evaluación estará a cargo del propio usuario.

A través de la retroalimentación y analizando sus reacciones, ayudará a discernir si el prototipo requiere cambios.

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Fuente: Mg. Patricia Ayala