04 Feb de 2022

4 formas de desarrollar Pensamiento Estratégico

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Piense en la última vez que participó en una reunión de planificación estratégica para su organización. Probablemente se le presentó un desafío para resolver o una meta para lograr.

¿Recuerdas tus aportes durante esa reunión? ¿Ofreció ideas convincentes y trazó un curso de acción, o le resultó difícil pensar estratégicamente y desarrollar una solución? ¿Tuviste una buena idea, pero te costó comunicarla de forma lógica? ¿Fuiste un participante activo en la conversación o la dirigieron otros?

Las habilidades de pensamiento estratégico se encuentran entre las competencias gerenciales más buscadas. ¿Por qué? Porque los empleados capaces de pensar de manera crítica, lógica y estratégica pueden tener un tremendo impacto en la trayectoria de una empresa.

Si deseas mejorar sus habilidades de pensamiento estratégico, la buena noticia es que, con la mentalidad y la práctica adecuadas, puedes hacerlo y en ESI a través de los distintos programas de Licenciatura, Maestría o en el Centro de desarrollo de competencias y educación continua fortalecemos esta habilidad al máximo nivel.

¿QUÉ SON LAS HABILIDADES DE PENSAMIENTO ESTRATÉGICO?

Las habilidades de pensamiento estratégico son aquellas que le permiten utilizar el pensamiento crítico para resolver problemas complejos y planificar el futuro. Estas habilidad

Pensamiento Estratégico

es son esenciales para lograr los objetivos comerciales, superar los obstáculos y abordar los desafíos, especialmente si se prevé que tarden semanas, meses o incluso años en lograrse.

Las habilidades de pensamiento estratégico incluyen:

  • Habilidades analíticas: para idear una estrategia que ayude a su organización a alcanzar sus objetivos, debe ser capaz de analizar una variedad de entradas, desde estados financieros y KPI , hasta condiciones del mercado, tendencias comerciales emergentes y asignación de recursos internos. Este análisis inicial es crucial para crear una estrategia que se alinee con la realidad actual que enfrenta su organización.
  • Habilidades de comunicación: poner en marcha una estrategia para su empresa, independientemente de su tamaño, requiere sólidas habilidades de comunicación . La capacidad de comunicar ideas complejas, colaborar con partes interesadas internas y externas, generar consenso y garantizar que todos estén alineados y trabajando hacia objetivos compartidos son fundamentales para el pensamiento estratégico.
  • Habilidades para resolver problemas: la planificación estratégica a menudo se usa para resolver problemas o abordar desafíos, como objetivos financieros incumplidos, flujos de trabajo ineficientes o un competidor emergente. Implementar una estrategia que aborde el desafío central que enfrenta requiere que primero comprenda el problema y sus posibles soluciones. A partir de ahí, puedes elaborar una estrategia que lo resuelva.
  • Habilidades de planificación y gestión: la estrategia no se trata solo de pensar en una solución, también implica la implementación. Una vez que se han analizado los datos, se comprende el problema y se ha identificado una solución, necesita sólidas habilidades de planificación y gestión para unir todo.

CUATRO FORMAS DE MEJORAR SUS HABILIDADES ESTRATÉGICAS

Sin olvidar que lo más importante es poner todo esto en práctica, la próxima vez que participe en una reunión de planificación estratégica, evalúe sus habilidades y mejore intencionalmente a través de estas cuatro oportunidades de mejora.

  1. Haz preguntas estratégicas
  2. Observa y reflexiona
  3. Considera ideas opuestas
  4. Adopte el entrenamiento formal

CULTIVAR UNA MENTALIDAD ESTRATÉGICA

Ya sea a corto o largo plazo, se puede desarrollar una mentalidad estratégica a través de la autoexploración, el cuestionamiento crítico y la capacitación formal.

La ventaja de tener una mentalidad estratégica es aprender cómo pensar en lugar de qué pensar. Aunque es posible que no siempre tenga las respuestas correctas, las habilidades de pensamiento estratégico pueden capacitarlo para detectar nuevas oportunidades, abordar desafíos emergentes y planificar para el éxito futuro.

 


Fuente: Harvard Business School

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